En 1971, pisándole los talones a la aceptación de la teoría de las placas tectónicas, J. W. Morgan sugirió que los puntos calientes (áreas de intenso vulcanismo como Hawai, Yellowstone e Islandia) son alimentados por columnas de material caliente que surgen en el manto profundo y atraviesan el manto móvil poco profundo y la corteza hacia la superficie.