- Presión y tensión desiguales. Corrija el agarre de su arco para reducir la presión excesiva, que puede ser uno de los principales infractores de un arco que rebota. Mantenga su agarre suave (pero tampoco demasiado suelto) y su pulgar relajado. Además, evite tensarse cuando juegue, especialmente en la muñeca y el hombro.